CUANDO GANAR NO LO ES TODO

CUANDO GANAR NO LO ES TODO


Estamos dentro de una sociedad altamente competitiva, entre nosotros intentamos destacarnos en nuestras actividades diaria, sumar méritos en el trabajo, mas cosas que el vecino, etc.

A veces no se escatiman esfuerzos y métodos, para lograr este objetivo, casi de vida, por estos días.

Todo es parte de esta carrera que nadie sabe hacia donde nos dirigirá, o bien nadie quiere darse cuenta hacia donde iremos.
Nosotros queremos siempre más, nuestros hijos deben querer siempre más, que elijan carreras rentables, que sean los mejores, que se destaquen, que logren una posición económica cómoda, y para esto tenemos a la escuela como buena educadora, además de nuestras tediosas charlas diarias, y obviamente que el deporte debe cumplimentar estos requisitos, para que sea de utilidad, tanto para el joven o niño que lo practica, como para el padre que mira y satisface, o busca satisfacer su necesidad de triunfar, destacarse o ser mejor que el otro… aunque sea por un instante.


En el fútbol estas son situaciones que las vemos frecuentemente. Sabemos que este deporte es un reflejo de la sociedad y sus situaciones. Hay egoísmo, presión, alegrías, tristezas, triunfos, derrotas, objetivos cumplidos, objetivos a cumplir, amistad, etc.

Pero el fútbol, como deporte, necesita mucho más que eso… Necesita el compromiso de quien lo participa de jugarlo siempre, de intentar siempre y de respetar a los participantes siempre.

Los valores que nos hemos olvidado de inculcar, tanto en nuestras familias, como en los colegios, son los que harán que un jugador, de la edad que sea, se destaque…y por añadidura servirá, realmente servirá para que se destaque en la vida.

Son los objetivos de las personas de antaño, cuando 3 cánones daban por cumplido el objetivo formativo humano: ser santo, ser héroe y ser sabio.

No necesitamos más que eso para educar a un niño, mejor dicho para colaborar con la educación de un niño, o joven.

El fútbol tiene sus códigos y sus reglamentos, muchos escritos y varios más sin escribir, y de nosotros, entrenadores, depende que estos se cumplan.

Basta de creer que sacando ventajas a situaciones extra futbolísticas, nos dará alguna chance mas ganar, esto es enseñar y entrenar, mejorarlo físicamente, técnicamente, tácticamente, educarlo a sobrellevar las situaciones adversas del juego ( ambiente hostil, arbitraje desfavorable, marcador adverso, etc.), y a que lleve una vida ordenada ( alimentación, descanso e higiene ) fuera de la cancha.

Esas son pautas de conducta, eso es intentar ser el mejor, dentro de la educación y el trabajo que un jugador necesita inevitablemente, para destacarse, aunque esto no presuponga ganar, o ser el mejor.

Tenemos la oportunidad única e irrepetible de aportar nuestro grano de arena, para mejorar la sociedad. Un equipo de fútbol es eso, una pequeña sociedad a la que nosotros podemos transformar y mejorar.

No nos quedemos en la pequeñés de ganar o perder, intentemos algo más noble con nuestro trabajo. Creo que el deporte, la profesión y el alumno, siempre te recordarán… Y esto es sin dudas, el mejor triunfo que podemos tener.